BREVE NARRACIÒN FICTICIA SOBRE
ALGÙN ELEMENTO PRESENTADO EN LA INFORMACIÒN
¿Por qué te interesó narrar sobre
Porfirio Díaz?
R=
Por que es un personaje que fue
importante en nuestro país pero sobre todo genera polémica por los acontecimientos
que sucedieron durante su periodo.
¿De qué manera integraste la
información reunida en tu narración?
R= Investigando
la biografía de Porfirio Díaz, consultando fuentes bibliográficas, videos,
fotos, revistas etc.
Después del ejercicio de la narrativa
¿Qué crees que aportan las narraciones a la interpretación histórica?
R=
Por medio de de las narraciones podemos
hacerle más atractiva la historia a los niños, pues hay muchos géneros narrativos y es un forma distinta para
incluirla no solo en la historia sino también en las demás asignaturas
(Geografía, Ciencias Naturales y Formación Cívica y Ética,).
NARRATIVA A TRAVÈS DEL GUIÒN TEATRAL
Juanito y su tarea
PERSONAJES: Narrador, Juanito, abuelito y abuelita
Narrador: - Muy buenos días maestra Lucy, maestro
Ricardo y querido público que nos acompaña.
Un día como hoy, pero de 1940,
a Juanito, alumno de educación primaria le dejaron una
tarea y como sus padres trabajaban, él se quedaba a cargo de sus abuelitos y
esto fue lo que sucedió:
Juanito: – Abuelito, abuelito, ¿Me ayudas con mi tarea?
Abuelito: - ¡Claro que sí mi hijito! ¿Qué te dejaron?
Juanito: – Tengo que investigar acerca de un tal
Porfirio Díaz.
Abuelito: - ¡Qué bien! Fíjate que tu abuelita y yo
conocimos a ese señor. Por cierto hubo una época llamada “Porfiriato” en honor
a él.
Juanito: - ¿De verdad?
Abuelito: - ¡Claro que sí! El era un señorón.
Abuelita: - ¿Un señorón? ¿Porfirio Díaz? ¡Qué cosas
dices! El fue un Dictador.
Juanito: - ¿Un Dictador? ¿Y qué es eso abuelita?
Abuelita: – Un Dictador es una persona que todo ordena
sin pedir opinión a los demás, y, estén o no de acuerdo, las cosas que dice se
tienen qué hacer. ¡Si lo recordaré yo!
Abuelito: – Mira Juanito, te voy a contar desde el
principio. Porfirio Díaz era un señor que estaba en contra de la reelección
presidencial, pero cuando estuvo en el poder, él se reeligió varias veces.
Abuelita: – Sí ¡Tantas veces que duró más de treinta
años en el gobierno!
Juanito: - ¿Puede un hombre ser presidente por tantos
años?
Abuelito: – En aquél entonces sí.
Abuelita: - ¡Para nuestra mala suerte!
Abuelito: -No sabes lo que dices, mujer.
Abuelita: - ¡Claro que lo sé!
Juanito: - ¿Y qué sucedió entonces?
Abuelito: - Verás Juanito, en aquél entonces, Porfirio
Díaz logró que hubiera paz en nuestro país.
Abuelita: - Sí, así eran las cosas, porque si alguien se
rebelaba, lo mandaba matar o si bien le iba, terminaba en la prisión.
Abuelito: -No exageres mujer.
Abuelita: - ¡Claro que sí! Cuanta gente murió por
defender sus derechos.
Juanito: - ¡Qué interesante es todo esto! ¿Y qué pasó
después?
Abuelito: - Durante su gobierno, nuestro país tuvo un
gran progreso porque se pagó la deuda externa, creció la industria,
minería y ganadería, se construyeron
vías férreas, telégrafos, correos, bancos… éramos muy ricos…
Abuelita: - ¡Éramos! ¡Él era el rico! Junto con su
gabinete, que eran unas cuantas personas, porque el pueblo vivía en la miseria.
Se tenía que hacer lo que él decía, lo recuerdo bien y los pobres eran cada vez
más pobres.
Juanito: - ¿Es cierto eso abuelito?
Abuelito: - La verdad es que con el paso del tiempo
empezaron a haber algunos problemillas y…
Abuelita: - ¿Problemillas? ¡Problemotes dirás! La gente estaba tan cansada que empezó a
rebelarse y estalló una huelga por allí, otra huelga por allá. Recuerdo muy
bien las de Río Blanco y la de Cananea.
Abuelito: - Esas fueron pequeñeces…
Abuelita: - ¡Pequeñeces! Tan pequeñeces que hubo un
hombre que hizo un plan, el Plan de San Luis, me acuerdo bien, donde invitaba a
la gente a hacer una revolución y donde desconocían a Porfirio Díaz como
presidente. Tenía un lema que fue muy mentado, ahora verás, era ahora verás, ya
me acordé, era: “Sufragio efectivo, no reelección”
Juanito: - ¿Y eso qué significaba abuelita?
Abuelita: - Verás, antes había muchos fraudes en las
elecciones y lo que Francisco I. Madero quería era que se respetara la votación
del pueblo y además que cuando un presidente terminara su periodo gubernamental
dejara la silla presidencial, dando paso a un nuevo presidente.
Juanito: - ¿Y qué sucedió después abuelito?
Abuelito: - Pues casi nada, que estalla la revolución y
al final a ese gran hombre lo exiliaron y se fue nada más y nada menos que a
Paris, Francia.
Abuelita: - ¡Sí! Nada tonto, con nuestros millones.
Juanito: - ¡Qué emocionante ha sido su vida juntos,
abuelitos! La verdad es que no tenía idea, pero bueno, bueno, con lo que
ustedes me contaron y lo que yo ya sabía, ahora tengo otro punto de vista. Me
voy a mi cuarto a redactar mi tarea, gracias.
Abuelito: - Anda hijito, anda y que termines pronto.
Narrador: - Y como verán, al final, después de la
narración que los abuelitos habían hecho
sobre sus vivencias, Juanito logró hacer una excelente tarea y… adivinen qué…
obtuvo un diez, y… colorìn colorado, esta historia se ha acabado.
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